Y con ella privacidad reforzada del usuario de internet y más competencia en el ámbito de las empresas de telefonía.
En 2009 se aprobó la Directiva 2009/136/EC que reformaba la Directiva 2002/22/EC sobre servicio universal y derechos de los usuarios (de la que viene en parte nuestra Ley de Telecomunicaciones vigente), la cuál sería efectiva de forma directa (sin necesidad de incorporarla a la normativa nacional) el 25 de mayo de 2011 (Hoy). Y la directiva de la que hablamos empuja el proyecto de Reforma de la Ley de Telecomunicaciones que ya ha sido remitido al Congreso (desde ayer).
¿Qué hay de nuevo, viejo?
Para el usuario de telefonía:
- La posibilidad de cambiar de operador sin cambiar de número de teléfono en 24 horas laborables.
- La obligación de los operadores de ofrecer contratos de 12 meses y contratos máximos de 24 meses.
- Información más clara sobre los servicios contratados y el nivel mínimo de calidad exigible y compensaciones si no se alcanza (lo que sirve para introducir medidas de control de la red en contra de la neutralidad (recordemos que la UE considera neutralidad = información sobre como discriminamos bytes).
Para el internauta:
- Mejor protección ante las fugas de datos personales y el spam. Obligación de informar sobre la fuga de datos al perjudicado.
- Mejor información y necesidad de consentimiento para almacenar o acceder a información de los usuarios de ordenadores. (COOKIES)
¿Qué es una cookie?
Una cookie es un pequeño archivo que contiene información del usuario de una página o servicio web. Recordemos que un servidor de internet, donde se albergan las páginas que consultamos a diarios, no nos conoce. El protocolo TCP/IP es neutro en ese sentido, no aporta información sobre el emisor de la petición per se. Por ello se crea una especie de registro que se envia junto a la petición con nuestro historial de navegación en cada página web que hemos utilizado. (ver Wikipedia).
¿Por qué es importante esta directiva?
Lo más innovador es que va a obligar a los proveedores de servicios en internet (los google, facebook por poner ejemplos por todos reconocibles pero casi cualquier servicio en internet que se os ocurra) a solicitar consentimiento del usuario cuando en la cookie se vayan a recoger datos no directamente relacionados con el servicio que ofrecen (si pueden almacenar sin consentimiento el idioma del usuario o el carrito de la compra de una tienda online), además de especificarle cuales serán esos datos.
Así, un uso habitual de los cookies, como era registrar nuestro historial de navegación para utilizarlo con fines publicitarios, deberá ser informado y consentido. Nuestra presencia online será por tanto más invisible.
En el pasado SICARM le hice una pregunta al respecto (aquí a partir del minuto 60) a Alejandro Vazquez-Guillén, Director Comercial de Tuenti, el cual me confesó que esta red social, a diferencia de otras muchas, no utiliza información almacenada en los cookies sino la que el usuario facilita en su perfil. Sin embargo parece que la implantación de esta directiva no va a ser del agrado de muchos proveedores de servicios de internet y me planteaba la necesidad de repensar los límites de la privacidad, ya que este tipo de medidas pueden frenar la innovación.
¿Qué sucederá?
Esto es tan sólo una elucubración, las Agencias de Protección de Datos de los distintos estados miembros, deberán coordinar como se va a modificar el uso de las páginas web. Se habla de que puede haber una modificación a nivel de los principales navegadores de internet para que mediante su configuración digamos a que tipo de accesos y/0 datos damos permiso de tal forma que sea totalmente invisible para el usuario.
En el peor de los casos, una simple y molesta ventana saltará para que podamos acceder. Pinchar yes sin leer y a seguir regalando datos.
Para saber más:
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