Si ayer veíamos las pretensiones de una internet de dos velocidades, otra variedad de desintegración de internet, la que existe desde el primer día en las plataformas móviles y amenaza con trasladarse a las conexiones fijas, es la que afecta a los protocolos que utilizan los distintos servicios, y puede darse en dos modalidades:
1 Que varios protocolos de internet no puedan utilizarse a menos que los contrates por separado. Es decir, un internet básico al cual, si quieres VOIP tienes que pagarlo, si quieres P2P tienes que pagarlo, si quieres Streaming de video tienes que pagarlo o si quieres videojuego online tienes que pagarlo.
2 Que todos los servicios comerciales tengan prioridad sobre los no comerciales. Mi correo electrónico tarda 10 segundos más porque tres vecinos están pegándose tiros en un juego online y otro esta viendo una película para adultos en mi barrio. O no puedo ver sin saltos un documental público en la web de RTVE (como todos los programas de Documentos TV por poner un ejemplo) porque alguien esta viendo por Streaming "Mentiras y Gordas".
Y eso, de nuevo, produciría un daño enorme a la configuración actual de internet, sería cortarle las alas a lo que la ha hecho la invención mas importante y que mas riqueza ha producido en la historia de la humanidad. Para colmo, todas las empresas que se han lucrado gracias a la cesión al mundo de los protocolos de internet y el TCP/IP, no pagaron un céntimo por ello (en 1995 se eliminaron las últimas restricciones comerciales al uso de internet).
Soy comprensivo con el problema de las infraestructuras y entiendo que pertenecen a empresas, y que para maximizar beneficios lo más lógico es minimizar la inversión en su mejora. Sin embargo, internet no es un lujo, ni un servicio añadido. Creo que coincidirán conmigo que ya es algo tan esencial como el agua corriente, el alcantarillado o la luz eléctrica. La ONU o nuestro Ministro de Industria se han referido a Internet como un derecho fundamental. Finlandia lo incluyó así en su constitución el pasado 1 de Julio de 2010.
Si internet tiene una tarificación por protocolos o por usos, como advierte Broadband Stakeholder Group (unión de los proveedores de servicio en Reino Unido) sería como si, el agua para lavarse la cara por las mañanas valiera mas barata que la que usamos para cocinar o para darnos un baño de burbujas. Y pagaríamos dos veces: velocidad contratada y uso. Al menos han declarado que tendrán la decencia de informarnos.
Europa opina que quizás deba ser el propio mercado quien dirima la cuestión. Neelie Kroes, comisario de la Agenda Digital Europea dijo que los usuarios que no podían usar Skype con su proveedor simplemente deberían cambiar de proveedor. ¿Y si no hay alternativa?
Cesar Alierta, Director General de Telefónica, propone que los buscadores y proveedores de servicio participen en el coste de las infraestructuras, mirando de reojo a Google. De ser así, los fabricantes de aparatos eléctricos deberían asumir los costes de la instalación del tendido o los fabricantes de coches deberían patrocinar a los constructores de las vías públicas.
Pero claro, las vías públicas son estatales. ¿Debiera serlo también internet? Es una cuestión complicada.
Para saber más:
Europa sobre el bloqueo a Skype.
Código autoregulador del Broadband Stakeholder Group en PDF (Inglés) (Publicado en Marzo de 2011)
Código autoregulador del Broadband Stakeholder Group en PDF (Inglés) (Publicado en Marzo de 2011)
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