¿Que es CLOUD COMPUTING?
Para introducirles el cloud computing o computación en la nube me gustaría empezar por la Ley de Moore. Gordon E. Moore en 1965 era un joven ingeniero que afirmó, a grosso modo, que la potencia de los procesadores se doblaría cada 18 meses (luego se rectificó hasta 24). Si no se incorpora una nueva tecnología las limitaciones de la física harán que esto deje de suceder en 2014 (los semiconductores tendrán un tamaño de 18 nanómetros). Pero cada día necesitamos más y más potencia de computación (y no hablo exclusivamente a nivel individual, sino la ciencia, las empresas, etc..). Y el coste, aunque se ha ido reduciendo con el paso de los años, es muy elevado.
La solución, de nuevo, es internet. Gracias a ella, la computación, el manejo y almacenamiento de los datos puede suceder a miles de kilómetros y nuestro ordenador ser tan sólo una ventana a los mismos.
Imaginen que un laboratorio precisa de una gran capacidad de computación, tanta que requiere varios edificios llenos de ordenadores. Este laboratorio esta en Sevilla o en California, por lo que el coste energético, no sólo en la alimentación de los mismos, sino en su refrigeración sería altísimo. Además el suelo en estas ciudades es muy caro.
Si situamos estos ordenadores en cambio en la estepa rusa, donde el suelo es barato y el frío hace que el coste de refrigeración sea muy bajo, la misma investigación nos resultaría mucho mas barata. Los datos desde el laboratorio a nuestra sala de ordenadores irían por redes de banda ancha.
Podemos tener ordenadores en la estepa rusa, en Alaska y en la Antartida funcionando para nosotros al mismo tiempo. Podremos hacer que funcionen sólo durante las horas de menos calor (como hace Google con sus data center). O incluso la velocidad de proceso de miles de ordenadores repartidos por todo el mundo.
De hecho existen varios proyectos altruistas en activo que utilizan la fuerza del cloud computing de todos aquellos usuarios que quieran prestar algo de capacidad de proceso como SETI@home (que busca vida extraterrestre en la ondas que llegan a la tierra) o Rosetta@home (que prueba modelos teóricos de uniones de proteínas). También servicios de secuenciación de ADN acercando estas posibilidades a los pequeños laboratorios.
Hay empresas que ofrecen potencia de computación a nivel comercial como Amazon EC2 o Google App Engine o Microsoft con Windows Azure, junto a otras como GoGrid, Slicehost, VMware o Linode, cada uno con sus características.
De hecho hoy día hay una explosión de los servicios en la nube, todas las grandes compañias están desarrollando ramas de negocio sobre el cloud computing y puede que dentro de un par de años, haya una implosión quedando fuera las menos eficaces o competitivas.
Incluso, de la mano de Openstack, un conjunto de utilidades para el cloud computing, ha llegado el concepto al software opensource, que facilitarán la incorporación comercial de las iniciativas en economías emergentes. Y existen distintas distribuciones de linux capaces de trabajar en la nube, en un una variante conocida como virtualización.
¿Por qué es importante?
Cuando hablamos de cloud computing no sólo nos referimos a velocidad de proceso sino también a capacidad de almacenamiento, seguridad de los datos y uso de aplicaciones informáticas.
De hecho en el denominado cloud computing podemos distinguir tres ramas comerciales:
- IAAS (Infraestructuras como servicio): Es decir, comerciar capacidad de computación. Por ejemplo Amazon EC2.
- SAAS (Software como servicio): Ofrecer las aplicaciones y capacidad de almacenamiento que normalmente tenemos instalado en nuestros ordenadores pero en la nube. Por ejemplo: Salesforce.com,un servicio de gestión de ventas, clientes y empresas online.
- PAAS (plataforma como servicio): Se ejecuta un entorno completo desde la red, o lo que sería virtualización de sistemas, como ofrece Amazon Web Services.
Pondré otro ejemplo que conozco de cerca: hace unos meses una empresa de tapicería sufrió un desafortunado incendio que destruyó todas sus instalaciones. Sus maquinas y sus materias primas son reemplazables, así que a los pocos días había alquilado una nave industrial equipada con lo necesario para proseguir su actividad, pero ¿y los patrones de la tela y los cortes de madera? ¿y la contabilidad? ¿y los clientes? Todo estaba seguro porque la empresa tiene contratado un servicio de almacenamiento online, varios terabytes de diseños que tomaría meses reproducir estaban disponible al instante.
A nivel de PYME es evidente que no se necesitan grandes clusters de ordenadores que sean capaces de descifrar el código genético, sin embargo, toda empresa esta sujeta un almacenamiento de datos, a la compra de aplicaciones informáticas que pueden quedar desfasadas en pocos años, a la actualización del hardware en la medida que las nuevas aplicaciones lo requieran. Por ello, el cloud computing a nivel SAAS tiene en las PYMEs su gran nicho de negocio.
Mi pequeña empresa no necesitará ordenadores potentes ni adquirir licencias de software de ofimática y contabilidad cada pocos años, ya que contrataré los mismos con una empresa en la nube que me los ofrecerá vía internet sin necesidad de actualizaciones. Los datos que genera mi empresa (documentos, facturas o archivos de todo tipo) tendrán un almacenamiento seguro (múltiples copias) accesibles desde mi casa o desde cualquier punto del planeta.
A nivel empresarial supone una reducción de costes sin precedentes, aunque muchos de estos conceptos producen desconfianza porque no acabamos de acostumbrarnos a que los datos en servidores estén mas seguros que en nuestra propia oficina, aunque de hecho lo están (encriptación, seguridad ante incendios y robos, etc...).
Un ejemplo de su importancia es que las agencias federales de Estados Unidos, por norma aprobada en 2010 estarán obligadas a hacer uso del cloud computing siempre que exista una opción segura, fiable y rentable. En España ha habido un proyecto piloto de virtualización informatica en la administración local de Santiago de Compostela.
¿Cambiará nuestras vidas?
Mas allá de los usos industriales, comerciales y científicos señalados en el párrafo anterior la vida del usuario se verá afectada por el cloud computing o virtualización de servicios, de hecho ya lo esta aunque no nos hemos dado cuenta, existen miles de aplicaciones que utilizamos en la nube. Desde nuestro correo a la wikipedia, desde Google Maps a Picasa usamos software que se ejecuta en servidores, probablemente a miles de kilómetros de distancia y nuestros ordenadores no son mas que el interface, ponen una conexión a internet, un monitor, un teclado y un ratón. Nuestros datos y archivos se almacenan lejos de nuestros ordenadores, en nuestra cuenta de usuario.
En unos años nadie instalará procesadores de texto, porque hay grandes alternativas online, con la misma funcionalidad, como Google Docs, Zoho Suite, Office365. Tenemos acceso a nuestras imagenes y podemos editarlas en PicasaWeb o Aviary. Podemos acceder a una enciclopedia que llenaría varios discos duros en Wikipedia. Almacenamos nuestros videos y fotografías en Youtube, Flickr, las redes sociales o Amazon S3. Podemos jugar a videojuegos que se ejecutan en potentes ordenadores a miles de kilómetros como es el servicio Onlive.
Sin embargo este panorama nos hace mas y mas dependientes de los proveedores de servicios. Y ahí es donde el concepto de neutralidad de la red vuelve a emerger para recordarnos que nuestra vida digital no debe suponer una perdida de derechos y libertades como seres humanos. Poco a poco iré desarrollando este aspecto en el blog.
Para saber mas:
Presentación sobre Cloud computing en las Agencias Federales de USA y noticia en Informationweek.com
Imagen www.masternewmedia.org
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